350 g judías blancas, secos y remojados durante la noche
1 hoja de laurel
1 tomate maduro
1 papa pequeña
2 cebollas rojas pequeñas
2 zanahorias
3 dientes de ajo
3 palitos de apio
aceite de oliva
1 pizca de semillas de hinojo molidas
1 pizca de chile rojo seco
1 x 400 g de lata de tomates pera de buena calidad
310 g de cavolo nero, o acelgas o bien espinacas
aceite de oliva virgen extra
MÉTODO
1. En un olla ponemos las judías remojadas durante la noche junto con el laurel, el tomate y la patata y agua que cubra todo y una pizca de sal.
2. Pela y pica finamente las cebollas, las zanahorias y el ajo. Recorta y pica finamente el apio.
Calienta una cacerola con un poco de aceite de oliva y agrega el hinojo y chile ( si se desea un poco de picante) y los ajos, dejar un minuto y seguido las verduras .
3.Deja sudar muy lentamente a fuego lento con la tapa entreabierta durante aproximadamente 15 a 20 minutos hasta que esté suave, pero no dorada y todo ha expulsado su jugo.
4. Agregue los tomates y cocine a fuego lento durante unos minutos.
5. Agrega las judías cocidas y escurridas con un poco del agua en que se cocinaron, y vuelva a hervir.
6. Corte finamente el cavolo nero (tallos y todo) y agréguelo a la olla; parecerá demasiado, pero no se preocupe, ya que se cocinará y se reduce el volumen.
7. La sopa debe ser espesa pero no seca, así que agregue un poco más de agua de cocción si necesita aflojarla. Continúe cocinando durante aproximadamente 30 minutos; desea lograr una sopa sedosa y espesa.
8. Condimenta la ribollita con sal marina y pimienta negra, y agregue un buen chorreon de aceite de oliva virgen extra de buena calidad antes de servir para darle una textura aterciopelada y brillante.
¡Delicioso servido en un frío día de invierno con mucho Chianti!
Consejos:
Programe de antemano para recalentar al día siguiente: verá que los sabores se intensifican.
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